Residencia virtual Femtek

Inauguramos este blog y con él la residencia virtual de FEM TEK– Prácticas artísticas contemporáneas, feminismos y tecnología- + CCEG con el que abrimos un proceso abierto y con ganas de compartir el como, desde donde y con quienes habitaremos el wetlab en los próximos meses.

En agosto del 2020 Gaia Leandra y Ce Quimera hemos sido elegidas como colectivo residente del wetlab de Hangar en Barcelona por el período de dos años. Durante 2 meses dedicamos nuestra energía y creatividad a equipar este espacio y durante ese proceso surgieron ganas de encontrar las formas de compartir las herramientas, recursos y conocimientos que en el proceso fuimos absorbiendo. Y así apareció, como un tentáculo más de este pulpo wetlab, la residencia virtual de FEM TEK + CCEG que nos dio la posibilidad de visibilizar este proceso. Es así que desde ahora y hasta finales de enero vamos a ir publicando, semanalmente y en diferentes formatos, textos, imágenes, how-to, eventos en streaming, protocolos, especulaciones, relatos, experimentos tecnobiofrictionales en los cuales estaremos inmersas en nuestro cotidiano. Y esperamos que la contaminación sea mutua.

Y abrimos este espacio con preguntas varias que nos acompañaran durante el proceso, y quizá en ese hacer vayamos dando forma a este contenedor llamado wetlab.

La primera pregunta que surgió al ver la convocatoria de FemTek fue: este proyecto, un wetlab donde se trabaja con procesos vinculados a arte y ciencia, ¿tiene sentido en una convocatoria sobre tecnologías? Arriesgamos que sí, y de allí, nos deslizamos rápidamente a unas cuantas preguntas con las que estamos cotidianamente habitando este espacio:

¿Qué es un wetlab? ¿Qué cuerpos lo habitan?

Si entendemos la biología no sólo como una disciplina de las ciencias naturales que estudia la vida y los organismos vivos ¿Qué es bio?

Si bio es vida y las tecnologías operan al nivel de gestión de la vida. ¿Cómo definiríamos estas tecnologías?

Si las tecnologías construyen y moldean nuestras identidades ¿Se puede pensar lo bio como tecnologías operantes al mismo nivel que un sintetizador?

¿Con qué tipo de tecnologías se trabaja en un laboratorio? ¿Son las mismas con las que trabajamos en el wetlab? Estas tecnologías, que nosotras llamamos tecnologías vivas, ¿tienen una especificidad propia?

Si el wetlab genera conocimientos, prácticas y experiencias desde una mirada transhackfeminista, ¿Cómo entendemos el transhackfeminismo?

Si lo que nos importa son los modos de hacer, y entendemos el transhackfeminismo como una multiplicidad de métodos, ¿Cómo se agencian los cuidados en estas prácticas? ¿Cómo se agencian los vínculos con lxs humanxs y lxs no humanxs? ¿Cómo opera la contaminación y la trasmisión de conocimientos en este ecosistema?

Con la idea no de responder pero sí de poner en diálogo estas preguntas, nos gustaría activar una serie de artefactos y acciones que den contenido a este recipiente llamado wetlab.

*****

Wetlab Worlding

Y, como no hay final sino muchos principios, hemos configurado una serie de acciones concretas, y muy diferentes en formatos, para realizar durante la residencia virtual. Estas acciones están vinculadas de maneras múltiples a las preguntas que se han ido formulando en el proyecto. Todas tienen en común el modo de hacer transhackfeminista o son afines a este contenedor wetlab: un espacio donde se constituyen y alimentan redes, donde se genera archivo, donde se piensa juntas, un espacio donde se cuestionan los procesos de construcción de los cuerpos y —procurando una visión no antropocéntrica del mundo— las identidades (no sólo humanas). Y en este hacer, nos interesa cuestionar las bases sobre las que se definen las tecnologías y herramientas, tanto científicas como artísticas, contaminándolas con modos de hacer conectados a una ética hacker.

Es por esto que priorizamos procesos vinculados a la experimentación, y cómo estos conocimientos adquiridos se transmiten: cómo se trabaja de manera colaborativa creando procesos de simbiosis, cómo se cuestiona el vínculo que se establece con otros seres vivos y cómo éstos son definidos en trabajos sobre bio-arte. Cómo se piensa lo bio en tanto vida. Cómo pensamos nuestras vidas, o más bien, cómo las vivimos. Cómo se documentan estos procesos, cómo se alimentan y constituyen redes. Cómo se generan herramientas colectivas, cómo se habita el espacio común. Cómo se generan nuevas formas de subjetividades críticas.

La residencia virtual que ofrece FemTek se utilizará como plataforma para compartir los procesos que se vayan desarrollando en la reapertura del wetlab, no como un espacio en el que pensar procesos futuros sino en el que los procesos y el cómo llevarlos a cabo sean aquello que se muestre.

*****

Y para comenzar contando historias, por que este espacio no está vacío sino habitado por todos lxs bichxs que pasaron por aquí desde sus inicios, nos gustaría dejar aquí algunos rastros.

El wetlab es un espacio que se creó hace algunos años en el contexto del colaboratorio Prototip_ome conformado por Pechblenda, DIYBio Barcelona, el Parque de Recerca Biomédica y Hangar. Antes de ser wetlab recuerdo que fue el camerino de la última Muestra Marrana realizada en Barcelona. Y el primer proyecto residente del espacio, si no nos falla la memoria, fue el proyecto Gynepunk desarrollado por Klau Kinki al que luego se sumó Paula Pin en 2016.

File:0 gynepunk.png

Durante 2017 y en el marco del colaboratorio Prototip_ome pasaron/mos por allí

https://prototypome.gridspinoza.net/index.php/RESIDENCIAS_II,_III_y_IV

En 2018 Belén Soto coordinó diferentes actividades y colectivos que habitaban el espacio. Entre ellos grupo de cicatrización y el grupo de fermentación.

En 2019 activado por el proyecto BioFriction, Hangar, Galería Kapelica, Cultivamos Cultura, y BioArt Society, dirigido por Laura Benítez.

En Agosto 2020 nos encontramos con todas estas historias y un espacio a renovar. Comenzamos esta residencia con ganas de recuperar estas historias y también con el deseo de contar nuevas. Y estas historias las contamos junto con lxs bichxs que nos afectan en el presente, así es que en la escritura del proyecto que presentamos a Femtek + CCEG participó Txe Roimeser y las historias que nos cuenta Helen Torres jugando a figuras de cuerdas con Donna Haraway y Ursula K. Le Guin.

Y entonces aparece la imagen de la bolsa, el wetlab como una bolsa contenedora de historias. Como la posibilidad de configuración de mundos (traducción de “worlding” de Donna Haraway). ¿Pero qué historias queremos contar? Helen Torres nos dice “Worlding no es el mito del Hombre cazador que sale de cacería para traer un botín ensangrentado. Worlding son historias contenedoras, historias como bolsas de viaje que llevan cosas para mantener la continuidad de la vida. Historias como semillas sin individuos autónomos a los que les pasan cosas, sino con seres que son densos nodos en redes de organismos vivos y no vivos entrelazados, historias de la tierra, historias mundanas sin finales felices, porque no hay ningún final, sino muchos principios.”

De lo que se trata en este proyecto es de generar un espacio contenedor para que estas historias puedan ser contadas.

WetLab

flujos transhackfeministas – tecnologías bio-f(r)iccionales

wetlab octubre 2020

Se reabre un espacio contenedor. Tanto el recipiente como el contenido y la manera en que este contenido vaya siendo configurado se empieza a moldear ahora, y esta acción no tiene un final previsto ni una temporalidad reglamentada. Se reabre el espacio y, con éste, una suerte de mutación en la que pueden intervenir lxs inesperadxs.

El contenedor tiene el nombre de wetlab, está físicamente en Hangar -Barcelona-, pero se quiere vinculado a sus semejantes, a otras prácticas, a otrxs bichxs, a otrxs -cosas y cosos-.

Cuerpxs varixs, entre ellxs: fluidos, líquidos, bacterias, hongos, células, son lxs habitantes del wetlab. Este lugar se define por prácticas transhackfeministas y opera desde una perspectiva transdisciplinar en procesos de experimentación e investigación entrecruzando, en los proyectos, tecnologías adjudicadas a la ciencia y al arte.